La danza es uno de los elementos
más integradores de la cultura.
La estética, ciencia que se ocupa
de las teorías generales de la creación, es de fundamental importancia tanto
para la danza cómo para cualquier manifestación artística.
En Cuba el desarrollo de la danza
moderna o contemporánea, danza teatro y danza posmoderna ha sido realizado por
el mismo artista, RAMIRO GUERRA, su constante de vanguardia y tradición dictó
la línea estética del desarrollo de la danza teatral en Cuba y ha sido un
puente para los creadores de las nuevas generaciones que seguirán esa
estrategia estética, entre ellos, en primera generación, el Maestro EDUARDO
RIVERO WALKER.
Cuba esta imbuida de un sostenido
desarrollo teórico sobre la danza y sus múltiples aspectos, para su actualización
con el resto del mundo. Que podemos encontrar en la obra escrita de Ramiro, a
partir del año 1948 y hasta estos días.
Es de destacar que la crítica
definió el estilo coreográfico de la Danza Contemporánea Cubana, desde sus
inicios, al describir las bases conceptuales de su estética. De ahí que 1960
constituya el año de la crítica de la danza moderna cubana, sobre los inicios
de Ramiro Guerra como intérprete y creador.
Ella logró interpretar el compromiso de esa danza revolucionaria, que
logró desarrollar, según palabras del propio Ramiro Guerra, “ese sentido nacionalista de todo arte, que
es tomar lo folklórico y elevarlo a una categoría universal”.
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